Entrevista a Jaime Bretón , Comisionado para el Polígono Sur
Jaime Bretón es Comisionado para el Polígono Sur desde 2019. Conocedor de la realidad del barrio -fue concejal del distrito Sur de 1987 a 1996- trabaja para acercar los recursos de la administración a los sectores más desfavorecidos sumando en su empeño a buena parte de la sociedad civil sevillana. El Comisionado es uno de los colaboradores más estrechos de Proyecto Azarías, el programa de formación de jóvenes que lleva a cabo la Hermandad de la Soledad en el Polígono Sur.
- ¿Cómo valora la labor que desarrolla Proyecto Azarías?
- Muy positivamente. Ante tienes necesidades de todo tipo que hay en el Polígono Sur, una de las acciones prioritarias que se debe llevar a cabo es la educación. En estas zonas desfavorecidas se han probado muchas actuaciones pero al final la conclusión es que el modo de que la gente salga de esta situación de marginalidad, desigualdad y pobreza es a través de mayor formación.
- ¿Por qué es importante un programa formativo como Azarías en el Polígono Sur?
- Las personas que tienen mayor cualificación profesional tienen más posibilidad de encontrar un trabajo y mejorar. Hay que volcarse en la gente joven, en los menores, para intentar convencerlos de que ese es el camino.
- No es tarea facil
- Es muy difícil porque en estas zonas existen las tentaciones negativas: el mundo de la droga. Desgraciadamente ahora se ha puesto de moda la plantación de marihuana en las viviendas, lo cual nos genera mucha conflictividad de todo tipo: por actividad ilícita, intoxicaciones, ponen en riesgo la integridad de las personas y porque son un mal ejemplo para los jóvenes. Ven que este camino , o este atajo, te permite comprarte un teléfono de última generación, un coche… mientras que el esfuerzo y el sacrificio que supone formarte y educarte, aunque sea el camino correcto, no conlleva un incentivo inmediato para ellos.
- ¿Cómo es la situación educativa de los jóvenes en el Polígono Sur?
- Todos los indicadores educativos (fracaso escolar, absentismo, abandono escolar…) están por encima de la media desde el punto de vista negativo, salvo el de la ratio. Hay muchas familias para las que su prioridad no es la educación y retiran del sistema educativo a niños con grandes potencialidades cuando llegan a 4º de la ESO. Los directores y equipos docentes hacen un gran esfuerzo para intentar convencer a esas familias de que el futuro del niño debe estar por encima de que en un momento puntual ayuden en la venta ambulante, en el negocio o la casa. Por eso es tan importante el trabajo de entidades como la Hermandad de la Soledad, con Proyecto Azarías, para completar ese trabajo. Una gran virtud de Azarías es la concienciación y acompañamiento en el estudio.
- ¿ Cuántos alcanzan estudios superiores?
- Muy pocos. Muchas familias tienen otra valoración sobre lo que es importante en la vida. Son familias que no ven que la educación de sus hijos sea una prioridad, lo cual es un error, hoy en día el esfuerzo hay que hacerlo ahí. Lo prioritario no es que un niño con 10 años tenga un teléfono móvil o que con 15 se comprometa con su novia o que una chica se quede embarazada con 16 años, lo prioritario es que la gente joven viva la juventud. En este barrio muchos pasan de la niñez a la madurez, sin adolescencia ni juventud. En la juventud hay muchas facetas y la formacion es basica. Es la base del desarrollo personal de una persona para que en un futuro sepa enfrentarse a la vida con solvencia.
- El entorno tampoco lo pone facil.
- Por eso los chavales que participan en Azarías tienen mucho mérito porque viven en un entorno muy hostil. Se preocupan y quieren salir adelante. En cualquier otra familia o barrio de Sevilla, el comenzar una carrera, estar unos meses encerrado estudiando… está dentro de la normalidad de tu entorno familiar y de amistades. Aquí, al que hace eso, se le ve como un bicho raro. ¿Para qué estudias si no hay trabajo?¿Para qué haces un esfuerzo si lo más fácil es 'otra cosa'? Son hostilidades que hacen que el chaval que quiera estudiar tenga doble mérito con respecto a cualquier otro joven de otro barrio de Sevilla.
- Por eso Azarías se vuelca en el terreno formativo pero sobre todo en el acompañamiento personal de los jóvenes.
- El tutelaje de un menor es siempre importante pero en estas zonas más. Es importante que los referentes del barrio cambien, no puede ser la televisión o el que se dedica a la droga y tiene un coche en la puerta, sino gente que con esfuerzo y aprendizaje han terminado la carrera y han sacado una plaza o tienen un puesto de trabajo en una empresa o han emprendido su propio negocio.
- Las hermandades de Sevilla no son ajenas a los problemas del Polígono Sur
- No, aquí trabajan la Hermandad de la Soledad, la de los Gitanos, El Silencio, el Consejo de Cofradías a través del Proyecto Fraternitas, la Parroquia de Jesús Obrero… La Iglesia está muy presente en este barrio y eso hay que destacarlo. Cuando determinados sectores políticos extremos atacan permanentemente a la Iglesia, se olvidan de lo que la Iglesia hace en los barrios desfavorecidos y obreros, que es mucho. Así se lo trasladé a los Reyes de España cuando visitaron el barrio.
- La colaboración del Comisionado es fundamental para que todas estas asociaciones puedan realizar su labor.
- Soy de los que opina que el avance en el Polígono Sur no puede venir solo de la administración, es fundamental la colaboración del tercer sector: empresas, fundaciones, hermandades, Iglesia… Un trabajo que desde el Comisionado intentamos potenciar para que no todos hagan lo mismo (unos se comprometen con la educación, otros con la cultura, el deporte, la inserción laboral…) y para que los recursos se empleen de la mejor manera posible. Ésa es la labor del Comisionado. Me da mucha garantía el trabajo que hacen las hermandades como labor social. Si le pido dinero a una entidad como Caja Rural del Sur o la Fundación del Betis para el Proyecto Azarías de la Hermandad de la Soledad es porque sé que ese dinero se emplea adecuadamente.
- ¿Por qué deben los hermanos de la Soledad seguir apoyando este programa?
- Porque tienen la seguridad de que ese dinero, ese trabajo de los voluntarios, les abre las puertas a muchas personas a un mundo mejor. Que haya en estos barrios gente con posibilidad de salir, de hacer un crecimiento personal en su vida, da muchas satisfacciones. A veces nos volcamos en ayudar al Tercer Mundo, que está muy bien, cuando la necesidad está en nuestro propio barrio o ciudad. El Polígono Sur está a tan sólo 4 kilómetros de La Campana. Y tiene muchas necesidades.
- ¿Cómo se imagina el Polígono Sur dentro de 20 ó 30 años?
- No soy ingenioso y sé que el Polígono Sur no se va a convertir en Tomares. Pero soy de los que ve la botella medio llena. Fui concejal en los años 80 y he visto avances. Tenemos la obligación de que estos barrios periféricos mejoren desde el punto de vista urbanístico, de infraestructuras, equipamientos y sociales, de integración de las personas que realmente se quieran integrar. Aquí puede haber personas que se conforman con lo que la administración ofrece (ingresos mínimos, subsidios…) pero hay otra parte importante de la población, las personas frágiles, que están en esa línea que en cualquier momento pueden tirar a la exclusión o tener una impulso para subir, y ahi tiene que estar la Administracion y Sevilla.