El Proyecto Azarías es un programa de acción pedagógica dirigido a jóvenes desde 4º de ESO hasta su ingreso en la Universidad y posterior desarrollo de sus estudios superiores, que pone el foco en alumnos de zonas desfavorecidas de Sevilla a los que la realidad social de su entorno más cercano dificulta en ocasiones la oportunidad de acceder a estudios superiores.
Se trata de un programa de refuerzo académico y ayuda extra en materias curriculares, pero sobre todo de acompañamiento personal y emocional a chicas y chicos que en un determinado momento de sus vidas pueden necesitar una mano amiga que les oriente y guíe.
El programa se inicia a principio de curso con una selección de alumnos de 4º de ESO – último curso de la Enseñanza Secundaria Obligatoria- que, a juicio de sus profesores y tutores del centro educativo y tras la valoración de una empresa externa, cuentan con capacidad intelectual, cualidades personales y potencial de desarrollo suficientes para cursar estudios universitarios.
Siempre con la implicación de las familias y los docentes del centro escolar de origen, se emprende un proceso de acompañamiento y refuerzo académico que incluye clases particulares por parte de profesores de una academia para las asignaturas troncales, se planifican clases de apoyo y técnicas de estudio y se aporta una ayuda extra a la que se ofrece de manera reglada durante el periodo lectivo.
Desarrollo y acompañamiento constante
El desarrollo curricular se complementa con la formación en habilidades sociales y enseñanzas complementarias, así como el apoyo y soporte familiar que favorezca la creación de un ambiente óptimo de estudio. Además, se inicia el diseño de un plan de carrera que ayude a los alumnos a determinar cuáles son sus mejores competencias y que garantice su éxito.
De este modo, los responsables del proyecto mantienen un seguimiento permanente de los alumnos participantes y sus circunstancias familiares y sociales, para evaluar sus progresos y efectuar las actuaciones oportunas en cada caso.
En un futuro está previsto que la acción pedagógica se amplíe en periodos no lectivos con visitas culturales, actividades extraescolares al aire libre, refuerzo de idiomas (incluyendo estancias en otros países) y todo tipo de acciones necesarias para que puedan ampliar sus estudios y completar su formación humana en las mejores condiciones, tal y como realizan otros jóvenes de su edad en otros centros educativos.
Tutores y voluntarios
En este camino es fundamental la figura del ‘tutor’, voluntarios que supervisan y acompañan de manera personalizada la evolución de cada alumno de manera empática y cercana, siempre a disposición de las necesidades que pueda presentar el joven. Este figura del ‘tutor’ la desempeñan actualmente hermanos de la Soledad de San Lorenzo, que de manera altruista y desinteresada se comprometen con las realidades y circunstancias de los alumnos, supervisan la asistencia a clase, les animan en los momentos de desaliento y celebran sus resultados académicos y personales.